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sábado, 25 de octubre de 2008

"Juventud en Combate"

XIII. “Juventud en combate.”
Autor: Mambí

Se oyen ya las detonaciones del combate
que libra la juventud valiente y decidida
con sus armas de música, información y debate
se enfrentan a la dictadura, cobarde y ya perdida.

Se oyen ya las detonaciones del combate
arrestan a los músicos, poetas y escritores,
¡cobardes infames!, la represión es el acicate
conque la juventud se crece, ante los dictadores.

Se oyen ya las detonaciones del combate
la juventud cubana aguerrida por herencia
se ha lanzado a la lucha, y no cesará hasta que cate
el sabor de la libertad, en toda su esencia.

Se oyen ya las detonaciones del combate
han arrestado a Biscet, a Gorki y a muchos más,
y no temen que el chivato y el cobarde les delate,
continuarán en su lucha, sin claudicar.

Se oyen ya las detonaciones del combate
todos admiran y respetan a nuestra juventud
que con gran valor busca el jaque mate

para acabar con medio siglo de sufrimiento,
y mostrar al mundo la gran virtud,
de la palabra y el pensamiento.

Día de los Padres- Parte II

XII. “Día de los Padres.” Parte II.
Autor: Mambí

La madre: -Sí hijo, sí importa, tu padre es un hombre muy bueno.-
El hijo: -¿Y entonces por qué lo mantienen encerrado?-
La madre: -Cuando crezcas comprenderás, el significado de la palabra pueblo,
y como por su causa, muchos hombres se han sacrificado.-

Y así, con el paso del tiempo, Pedrito será Pedro,
llevará la simiente heredada de su padre,
cultivada por el desgarro de tanto sufrimiento,
y el amor a su pueblo, acariciado por su madre.

De las entrañas de la bestia acorralada brotará el fuego,
que encenderá la inmensa llama de la libertad,
con ella se fundirán los eslabones carceleros

con que los aprisionaban bajo el abominable credo.
Con sus restos fortalecerán el futuro venidero,
para que al fin sus familias, vivan con felicidad.

Día de los Padres

XI. “Día de los Padres”
Autor: Mambí

Pedro es un niño muy bueno y tranquilo,
pedrito, como todos lo conocen en el barrio,
anda corriendo y jugando con sus amigos,
cuando no, está solo y cabizbajo.

Hoy llamó a su mejor amigo, quería jugar como ayer:
¡Ven Juanito, vamos a jugar! Dijo con entusiasmo,
y su cara quedó como si un espasmo
se apoderase de su ser.

Pues Pedrito no alcanza a comprender
que aunque su madre y todos le digan
que su padre es bueno y siempre lo va a querer,
esté encerrado, y ver se lo impidan.

Allá fue corriendo Pedrito
a contarle a su madre
que le había dicho su amiguito
que hoy era el Día de los Padres.

Quería que su madre lo supiese,
pues tal vez se le había olvidado,
pensando que quizás pudiese
al padre tener a su lado.

La madre no se puede contener
al ver a su hijo tan ansioso,
lo abraza para intentar esconder
las lágrimas que le brotan entre sollozos.

Y cómo explicarle a su hijo
con tan solo ocho años de edad,
éste gran y complejo acertijo
de estar preso por pedir libertad.

Pedrito, al ver la madre llorar
de la casa sale corriendo,
y al poco tiempo regresar
como el que algo anda escondiendo.

Se acerca derecho, mirándola fijo,
de pronto una flor le entrega a su madre:
¡No llores mamá!, te pide tu hijo,
no importa que hoy, sea el Día de los Padres.

El Reloj y los Ladrones de Tiempo

X. “El Reloj y los Ladrones de Tiempo”
Autor: Mambí

Tic-tac, tic-tac, tic-tac…

Dice el reloj con su voz constante
que el tiempo pasa y no se detiene,
el que lo aprovecha tiene,
y el que no, lo pierde en un instante.

¡Cuántos instantes perdidos!
por mi pueblo falto de tiempo,
se oye exclamar el lamento
del viejo reloj adormecido.

Pueblo que se ha quedado dormido
mientras el reloj las horas contaba,
el tiempo pasaba y pasaba,
hoy le cuesta recuperar lo perdido.

Tiempo recuperado a destiempo
puede ser tiempo perdido,
pueblo que se mantiene dividido
se consume por si solo en el tiempo.

El tiempo a pasado y pasado
mientras dormías el sueño opresor,
no temas sentir estupor
si con otros te vez rezagado.

Nuestro tiempo es insignificante
en el tiempo del universo,
que viaje en el tiempo mi verso
y despierte a nuestro gigante.

El que de largo sueño despierta
recupera fuerza, y con nuevos bríos,
cruza mares, surca ríos,
y vence todo, a lo que se enfrenta.

Quien se enfrenta en el instante
al que malogra su preciado tiempo,
evita el sufrir y el descontento
de un pueblo por su gobernante.

Lo logrará y no quedará en el intento,
los deseos de mi pueblo por su libertad,
y el reloj del tiempo juzgará
a los crueles ladrones de tiempo.

Por ti

IX. “Por ti”
Autor: Mambí

Corría con fuerte brío y con natural alegría,
sus hebras de oro se agitaban al viento,
su risa escandalosa era música que recibía
como dulce miel, para mi alma por aquel tiempo.

No sabe mi niña cuánto la quiero,
hace tanto que no le doy un beso y un abrazo,
desde que tuve que abandonar nuestro amado suelo
mi vida se apaga, como el sol en el ocaso.

Hemos perdido una parte de nuestras vidas
que no podremos jamás recuperar,
yo como padre, y tu como hija,
que hoy solo, podemos lamentar.

Hoy me enfrasco en una lucha sin cuartel
para evitar que las familias sigan sufriendo,
todo lo que hemos tenido que padecer
no tenga nuestro pueblo, que seguir padeciendo.

Solo queda el camino de la derrota
para aquellos que tanto daño han hecho,
cuando el viento del pueblo con fuerza sopla
tiemblan los tiranos, hasta en su propio lecho.

Soplarán con fuerza los vientos huracanados
para arrancar las ramas muertas que impiden el crecimiento
del árbol de nuestra sociedad abandonado,
y que hoy salvamos, después de tanto tiempo.

A su sombra todo nuestro pueblo se pondrá a trabajar
con la tranquilidad de que seguirá creciendo,
para que a todas las familias pueda cobijar,
y nunca más, a mi pueblo ver sufriendo.

Llora mi patria

VIII. “Llora mi patria”
Autor: Mambí

Llora la palma real en su casa verde y florida
porque el sinsonte no le brinda su alegre melodía,
llora porque la isla se encuentra muy afligida
desde que la maléfica noche, le impide el paso al día.

Llora la playa con sus olas de lágrimas cayendo
sobre la triste y blanca arena de la orilla,
llora porque en sus impolutas aguas continúan muriendo
los que no aguantaron, la eterna pesadilla.

Llora…, llora…, llora.

Llora la manigua que albergó a los más grandes titanes
mambíses honorables e incansables luchadores,
llora porque el viento de los más temidos huracanes
no le trae la lluvia, que avive a sus pobladores.

Llora la ceiba con su imponente y majestuosa presencia
porque a su sombra no vienen a cobijarse más,
llora porque la mariposa no le brinda su esencia
porque está mustia, de tanto pesar.

Llora…, llora…, llora.

Llora la montaña que cobijaba al rebelde cimarrón
desafiante del yugo que pretendía esclavizarlo,
llora con lágrimas de arroyo que bajan en un aluvión
hasta el río tranquilo, y que no logra alterarlo.

Llora la siguaraya en su reino de palo y verde
porque sus hijos ya no están con ella,
llora porque han cruzado la laguna de paz y muerte
y se encuentran lejos, para venir a verla.

Llora…, llora…, llora.
Llora la niña, llora el padre, llora la madre,
llora mi isla, llora mi patria, llora la tarde.
Llora…, llora…, llora.

Árboles de pena

VII. “Árboles de pena”
Autor: Mambí

Como árboles nacen penas en mi cabeza
que con el tiempo crecen y se hacen más fuerte,
echan raíces y se aferran con tal fuerza
porque no me acostumbro, Cuba a perderte.

La lluvia del recuerdo los nutre y alimenta,
la tempestad del exilio los sacude con frecuencia,
se estremecen, caen hojas, ramas con violencia,
pero es más fuerte, la simiente que los sustenta.

Lo han intentado talar las virtudes de la democracia,
con todas sus herramientas que la hacen fuerte,
pero ni la riqueza, ni la tentación, ni la audacia,

podan a éstos árboles ni sesgan su crecimiento,
mientras sigo aquí, sumido en mis pensamientos,
porque no me acostumbro, Cuba a perderte.

Sueño

VI. “Sueño”
Autor: Mambí

Camino entre las hierbas de la campiña cubana,
se respira el aroma de la vegetación fecunda,
todo en un verde intenso me deslumbra
y me embriaga el perfume, que de la mariposa emana.

Oigo de lejos el martilleo del pájaro carpintero,
el zuzún revolotea buscando el néctar entre las flores,
un gallo canta y un chivo corre mientras espero
que el caballo beba, del arroyo que se interpone.

Me regocijo con el canto del sinsonte que de lo más alto
a mi alma embriaga con su encantadora melodía,
en lo que el caballo se sacude y me salpica del agua fría

y yo que con el calor del sol, el andar y la alegría
no hago más que estremecerme para despertar de un salto,
no estoy en Cuba, estoy en mi habitación impía.

Mi Estrella la Solitaria

V. “Mi Estrella la Solitaria”
Autor: Mambí

No brilla hace ya mucho tiempo
mi estrella la solitaria
empañada por el sufrimiento
de mi patria hospitalaria.

Intento pero no puedo
yo solo limpiarla,
¿oye alguien mi ruego?
¿me ayudarían a limpiarla?

¡Vamos, vamos todos!
la patria nos llama,
unamos codo con codo,

unos de pié y otros con sus plegarias,
y encendamos la llama,
para que recobre su brillo: ¡Mi Estrella la Solitaria!

Llamado a la lucha de todo el pueblo

IV. “Llamado a la lucha de todo el pueblo”
Autor: Mambí

Pueblo aguerrido y heróico
de sangre mambisa estás hecho,
ponte la mano en el pecho
y jura echar al despótico

y cruel dictador que te oprime,
que encarcela a tus hermanos,
y tanto dolor te imprime
violando los Derechos Humanos.

Con la única riqueza
que no te puede quitar,
la dignidad y la fiereza

heredada de nuestros patriotas
y en batalla lograr
nuestra victoria, y su derrota.

A la Madre Patria

III. “A la Madre Patria”
Autor: Mambí

”Madre”, que dolor debes sentir,
ver a tus hijos huyendo
en las aguas del caribe morir
y no hacerlo combatiendo.

A la suerte te abandonan
sin ayudarte siquiera,
a limpiarte de la estiercolera
de los que te aprisionan.

Vengan hijos a liberarte
que “madre” no hay más que una,
y recuerden llevar como estandarte

la memoria de nuestros mambíses,
y no busques en otros países
que como mi patria, ninguna.

Por la verdad y la democracia

II. “Por la verdad y la democracia”
Autor: Mambí

He de morir como todo humano,
y cuando me llegue pensaré,
cómo viví y amé,
a mi pueblo cubano.

En batallas me enzarcé
con traidores y lacayos,
cual pelea de gallos
a ellos me enfrenté.

Por la verdad y la democracia,
contra la mentira y la traición,
contra la infame falacia

que hace a mi pueblo sufrido,
la mal llamada Revolución.
Así muero, como he vivido.

Todos Unidos

I. “Todos Unidos”
Autor: Mambí

¡Oh Cuba patria querida!
que dolor llevo en mi corazón,
verte en la miseria hundida
con todo mi pueblo bajo la opresión.

Traidor el dictador que te oprime
después que en la lucha te alzaste,
y tantos hijos ofrendaste
por una causa sublime.

Mucho dolor y sufrimiento
a pagado nuestro pueblo,
por lo que ya va siendo el momento

en ésta nuestra historia,
que todos unidos en la lucha
logremos nuestra victoria.